martes, 20 de diciembre de 2011

“No estoy preparado para morir”


Louis Rose, un cobarde.
Cuenta la leyenda que el coronel William B. Travis se plantó delante de todos los resistentes de El Álamo con gesto grave. Estaba en juego la independencia del estado de Texas. Fuera las tropas mexicanas del general Santa Anna se preparaban para el asalto final. Travis trazó una línea sobre la arena con su sable y dijo que quien la cruzara lucharía bajo pena de muerte segura, sin esperanza de supervivencia. Santa Anna iba a tocar a degüello, entrarían sin concesiones. Fue un momento cumbre del bartlebismo. Los casi 200 resistentes cruzaron la línea certificando su voluntad de morir por su libertad. Todos salvo uno: Louis “Mose” Rose. Se quedo mirando a sus 200 compañeros y lo dejó claro. “No estoy preparado para morir”.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Al campeón no le gusta pegar (I)


Floyd Patterson, el boxeador pensativo
La tarde del 25 de septiembre de 1962 el campeón del mundo de los pesos pesados más joven de la historia del boxeo preparaba su bolsa de equipaje antes de la defensa de su título del modo más extraño. Como si fuera a perder. En su cabeza no resonaban las palabras de su rival Sonny Liston ("Me gustaría pasarle por encima con un camión"), tampoco tambores de guerra, quizás sí Music for lovers only, el disco que el campeón escuchaba tumbado en su casa de campo mientras descansaba entre la comba y el saco. Lo que es seguro es que cualquiera pensaría que el campeón prefería no pelear aquella noche tan solo con echar un ojo dentro del maletín que llevaría al estadio: unas gafas oscuras, una barba hecha a medida, sombrero, gabardina... Un disfraz ideal para quien quiere desaparecer.